En
México, el Subcomité Técnico Consultivo para la Recuperación del Lobo Mexicano
(STCRLM) ha trabajado en distintas áreas de manejo, conservación e investigación
para la subespecie, debido a lo cual, hoy se cuenta con datos relevantes que
permitirán dar el siguiente paso: reintroducir al lobo mexicano en áreas
determinadas dentro de su rango histórico de distribución geográfica en nuestro
país. La reintroducción del lobo mexicano implica la conservación de un ecosistema
sano y por lo tanto propicia indirectamente, la protección de un gran número de
especies de flora y fauna silvestres (SEMARNAT- INE, 2000)
Por
lo tanto este “efecto paraguas” consiste entonces en que, si los esfuerzos son
enfocados a la recuperación de la especie de uno de los depredadores máximos,
forzosamente dichos esfuerzos deberán incluir aquéllos que directamente
garanticen la presencia sana, abundante y diversa de los herbívoros y, por
tanto, también de las plantas de las que se alimentan estos animales. (SEMARNAT-
INE, 2000)
El
Lobo Mexicano es una de las cinco especies seleccionadas para ser atendidas a
través del Programa de Conservación de Especies en Riesgo (PROCER), para lo
cual se encuentra en proceso de conclusión el Programa de Acciones para la
Conservación de Especies (PACE), en este Programa se incluyen acciones de gran
relevancia que van desde análisis de percepción social y educación ambiental,
hasta estrategias encaminadas a la reintroducción del Lobo como la evaluación
de presas y análisis de hábitat de las áreas potenciales.
Madre
sacando a su cría a tomar el sol en el zoológico de Guadalajara
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